Feliz día madre

Editoriales

Hoy en el día de las madres, por primera vez quiero expresar mi sentir, aunque soy mamá desde hace más de 11 años, hasta ahora creo que por mi edad y experiencia comprendo tantas cosas.

Cuando se es joven es muy sencillo criticar y señalar los errores de todos a nuestro alrededor sin detenernos un momento a mirarnos a nosotros mismos (esto es parte de la inmadurez) los más cercanos a nosotros son los más afectados por esta fea práctica y la mayoría de las veces, nuestros padres.

Por ejemplo, ahora sé perfectamente lo difícil que es ser madre. Mamá, cualquiera puede serlo, pero ser verdaderamente buena en esta labor de la vida, aparte de ser cansado, extenuante y agobiante, debe ser también un largo camino lleno de enseñanzas, alegrías y satisfacciones, ya sabemos que los bebés no vienen con instructivo, pero ahora no hay pretexto, tenemos libros y el Internet para prepararnos, instruirnos y apoyarnos para aprender y dar lo mejor de nosotras.

Ser mamá, para mí tiene un gran significado, no es sólo traer niños al mundo, criarlos, alimentarlos y mandarlos a la escuela, es mucho más que eso, es la enorme responsabilidad de educar y formar a futuros padres y/o madres de familia, además de buenos ciudadanos.

Le doy gracias a la vida porque tuve la fortuna de nacer, de ser mujer y la fabulosa oportunidad de ser madre, no se si voy bien es esta tarea, pero lo que si se, es que en cada nuevo amanecer me propongo a ser mejor que el día anterior y me esfuerzo para dejar al mundo tres seres humanos buenos, de calidad y además felices, labor nada fácil es estos tiempos, de allí la importancia que tiene la madre de familia y más porque cada vez son más las que están en este camino solas con sus niños de la mano.

En lo personal, tengo la gran dicha de contar con una muy buena madre, y aprovechando  de que está con nosotros todavía, tengo que darle las gracias por tantas cosas que no se ni por donde empezar.

Mamá, gracias por siempre preocuparte y ocuparte de tus hijos y ahora también de tus nietos, del modo que lo haces, con todo el amor del mundo. Porque nunca recibí de ti órdenes, sino que me pedías las cosas con amabilidad y yo las hacía con gusto, con ese ejemplo me enseñaste a tratar bien a las personas.

Gracias porque no me diste todo lo que yo deseaba y pedía (se puede escuchar esto mal, pero la verdad es algo excelente) porque a veces sólo pedimos para ver cuánto podemos obtener y además de esa manera aprendemos desde niños a ganarnos las cosas y a manejar y superar la frustración, cosa que me ha servido una infinidad en la vida que me tocó vivir.

Gracias por ocuparte de alimentarnos bien, con comidas sanas y deliciosas y siempre listas cuando llegábamos de la escuela, por cuidarnos con tanto amor y dedicación cuando nos enfermábamos.

Gracias por que cumpliste con todas tus promesas (buenas y malas) me premiaste y me castigaste justamente y claro, yo aprendía las lecciones.  Por todo tu apoyo y comprensión siempre, por creer en mí, alentarme a echarle ganas  a la vida y también por enseñarme a ser fuerte y valiente.

Gracias por dejarme ser yo misma, por nunca compararme con nadie ni querer cambiarme, por no corregirme a gritos, golpes ni delante de nadie. Tuve una infancia muy bonita y feliz y eso fue gracias a ti.

Gracias porque con tu ejemplo aprendí lo que es la humildad, honestidad, gratitud, honradez, responsabilidad, entrega, lealtad, respeto, pero sobretodo, lo que debe hacer una verdadera buena madre por sus hijos.

Por todo esto y muchísimo más, de parte mía, de mis hermanos, pero muy especialmente, de parte de tus nietos, muchas gracias Má.

¡Feliz día de las madres para ti y para todas las buenas mamás como tú del todo el mundo!