Llamado a la acción

Editoriales

Se dice que la responsabilidad sobre el futuro de la humanidad reside en los jóvenes, que somos nosotros los que un día seremos grandes políticos, exitosos hombres y mujeres de negocios, sensibles médicos, enfermeros y enfermeras; en fin, los profesionistas del mañana quienes pronto tomaremos las riendas de la raza humana y mejoraremos nuestra situación actual durante el tiempo que seamos capaces para después pasar esa gran responsabilidad a la próximas generaciones cuando nosotros lleguemos ya a la tercera edad.

Esto es algo que las personas llevan diciendo durante años, y, tengo que aceptar, es en cierta proporción cierto y muy poco correcto, y digo que sólo lo es en cierta proporción porque se encuentran posponiendo algo que es inevitable que suceda en el momento.

Acepto que en el futuro seremos los que tengamos en nuestras manos las riendas de la sociedad. Sin embargo me rehúso a esperar y ahora, con estas palabras que tecleo desde mi computadora, alzo la voz, no sólo por mí, sino por todos los jóvenes que piensan como yo: no somos solamente el futuro, sino también el presente. Debemos de tomar nuestro papel en esta sociedad ahora.

Una vez un gran hombre dijo: La Educación es el pasaporte hacia el futuro, pues el mañana pertenece a aquellos que se preparan para él, hoy. Eso es lo que hoy necesitamos: EDUCACIÓN. Y no hablo de cualquier educación, ni tampoco de simples matemáticas o reglas ortográficas; estoy hablando de mucho más, algo que va mucho más allá. Me refiero a la valentía, los buenos modales y la preocupación por nuestro medio ambiente; a luchar por nuestros sueños y a jamás creer que exista cosa imposible para el hombre.

Pensarán que hablo de una utopía, nada más que un vago sueño de un ingenuo muchacho, pero les digo que en realidad todo esto se puede lograr. Creo que es el momento que no solo los jóvenes, sino también toda persona que llegue a leer esto, se ponga las pilas y saque la cresta por nuestra especie, la especie dominante sobre este planeta tierra.

No me refiero a cambios radicales, y mucho menos enormes, no. Me refiero a pequeños detalles, a que cada quien ponga su granito de arena para formar el montoncito que llegue a cambiar nuestro planeta.

A ti que eres joven como yo, te pido que priorices. Deja a un lado las cosas sin importancia y comienza a tomar parte en la sociedad de tu ciudad, estés en donde estés, conviértete en guardián del medio ambiente, alza tu voz si ves algo que te preocupa o no te gusta. No me refiero que dejes tu vida social, tus amigos, o todas aquellas cosas que te producen diversión; sólo digo que agregues todo esto, que, bien hecho, te dejará enorme satisfacción. Ponte en acción, toma hoy la batuta de nuestra sociedad.

Solamente recuerda lo que decía Albert Einstein: “Locura es hacer siempre lo mismo y esperar que ocurra un cambio”. Deja de hacer siempre lo mismo, acaba con esa monotonía y atrévete a cambiar.