Nuevo León de cara al siglo XXI: 1980-1990

De Solares y Resolanas

En 1979 fue elegido como gobernador constitucional del estado, don Alfonso Martínez Domínguez, concluyendo su período en 1985. Le sucede Jorge Treviño Martínez que ocupó la gobernatura de 1985 a 1991. A los dos períodos de gobierno les tocó vivir problemas económicos y crisis presupuestales, provocada por la caída del precio del petróleo y las consecuentes devaluaciones en las administraciones del Lic. José López Portillo y del Lic. Miguel de la Madrid, en cierto modo frenaron el crecimiento y desarrollo de los municipios.

A pesar de las dificultades existentes se hicieron cosas positivas en la entidad. Al iniciar la década, Nuevo León contaba con 5,713 localidades ubicadas dentro de los 51 municipios, de las cuales 61 eran urbanas y 5,652 rurales. Los problemas propios de las grandes ciudades empiezan a agudizarse en el área metropolitana: problemas de vialidad, inseguridad y violencia, desempleo, alumbrado público, servicios de limpia y recolección de basura, aunado a las situaciones recurrentes de la escasez de agua potable y las altas temperaturas.

No obstante a la recesión económica, el comercio, la industria y el sector servicios vivieron un auge de desarrollo y progreso entre 1980 y 1983. Lo cual atrajo a muchas personas de otras latitudes a asentarse en la zona metropolitana. Pero luego vinieron los efectos que vieron como muchos nuevoleoneses perdieron sus fuentes de empleo. Corría el rumor de que habría un golpe de estado en México.

En 1981 General Escobedo fue elevado a categoría de ciudad, con ello se aseguró su pertenencia a la mancha urbana. A partir de aquí, el crecimiento del municipio fue vertiginoso. Toda vez que el establecimiento de muchas colonias, acrecentó la demanda de servicios públicos y la apertura de nuevas vías de comunicación. Al año siguiente General Zaragoza quedó unido con Aramberri por una carretera asfaltada de 18 kilómetros, se diseña el escudo municipal de Agualeguas y Apodaca fue elevada a categoría de ciudad.

En 1983, Ciudad Anáhuac fue declarado municipio fronterizo con límites y colindancias para recibir los beneficios fiscales que ésto representa. De igual forma, el Seminario de Monterrey inició sus cursos introductorios a la vida consagrada en la comunidad de Paso Hondo en Allende, Nuevo León. Al finalizar el año, la agricultura de muchos municipios resintieron graves pérdidas, debido a las bajas temperaturas y heladas que propinaron un duro golpe a las localidades rurales de la entidad. Los efectos en la zona citrícola fueron destructivos, a tal grado que se solicitó se considerara zona de desastre.

Pero algunos de los municipios de la llamada zona de influencia, se vieron beneficiados con la construcción de obras de infraestructura y de embellecimiento. En Marín, Pesquería, Doctor González, Higueras, General Zuazua y Ciénega de Flores se pavimentaron las calles, se reconstruyeron los palacios municipales, se remodelaron sus plaza principales y se introdujo la red de drenaje en las cabeceras municipales. Y en 1984 Cerralvo, la llamada “Cuna de Nuevo León” fue elevada a la categoría de ciudad y con ello se pretendió apoyarlo para que se convirtiera en un foco de desarrollo regional.

Es interesante, pero paradójico a la vez, el hecho de que en 1985 se estableciera una caseta telefónica en Iturbide y se introdujo el servicio telefónico en la Hacienda de Guadalupe de Marín. En Santa Catarina todavía se marcaba larga distancia para llamadas a Monterrey y al año siguiente se inauguró el servicio telefónico en el municipio de General Zaragoza.

En materia cultural, 1985 fue también un año prolífico, pues se inauguró el Museo Timoteo L. Hernández de Villaldama, se instaló un CONALEP en Santa Catarina y en el mes de marzo los símbolos patrios como la Campana de Dolores, la Constitución de 1917 y la Bandera Nacional, recorrieron varios municipios de la entidad con la finalidad de difundir y promover los valores cívicos y patrióticos de los mexicanos.

Los estudios municipales, la recolección y difusión de la sabiduría popular de nuestros pueblos se vio beneficiada con la fundación en 1986 de la Asociación Estatal de Cronistas de Nuevo León, en un evento patrocinado por la Universidad Autónoma de Nuevo León, el Archivo General del Estado de Nuevo León y la Sociedad Nuevoleonesa de Historia, Geografía y Estadística, A.C. en la Hacienda San Pedro de General Zuazua, N.L. Para ese año se acreditaron 50 cronistas, siendo catalogado Nuevo León, uno de los primeros estados en preocuparse en la difusión y rescate de los valores municipales. En ese año también se difundieron los símbolos municipales, como el escudo y el traje representativo de cada uno de nuestros pueblos.

Después de una consulta pública, las autoridades del municipio de Garza García, convinieron agregarle la advocación de San Pedro al nombre oficial del municipio de Garza García en 1987. Un año después el municipio de Juárez fue elevado a categoría de ciudad y con ello quedó unido a la zona metropolitana y se creó la Comisión para el Desarrollo del Norte del Estado de Nuevo León, llamado por sus siglas CODENOR, que se encargó de los preparativos para la construcción del Puente Internacional en la comunidad de Colombia en Anáhuac, N.L.

El 15 de septiembre de 1988 el Huracán Gilberto, convertido en tormenta vació su furia incontenible en los cañones de la Sierra Madre y una lluvia pertinaz de casi más de 12 horas, provocaron una inundación que dejó graves pérdidas tanto en el área metropolitana como en el área rural de Nuevo León. Los ríos Santa Catarina, Pesquería, Salinas, San Juan, Ramos, Pilón y Salado se desbordaron de sus cauces y dejaron una secuela de damnificados que perdieron sus viviendas, destrucción de puentes y avenidas, poblados incomunicados y más de medio millar de desaparecidos. Se decía que las autoridades municipales de Santa Catarina y San Pedro habían apoyado los asentamientos en pleno río Santa Catarina, arroyos y cañadas.

De ahí que la poca atención y los nulos servicios municipales, provocan el clamor popular y se vuelcan al apoyo de la oposición del partido oficial. El PAN ganó las elecciones municipales en Santa Catarina y San Pedro. Mientras que una coalición de partidos simpatizantes de la candidatura del Ing. Cuauhtémoc Cárdenas obtuvieron un triunfo electoral en Bustamante, en donde la señora Lucy Herrera llegó a la alcaldía. El optimismo en Santa Catarina se sentía, pues se desmoronó un cacicazgo sindical de más de 40 años.

El nuevo sexenio federal trajo una nueva modalidad en las obras de beneficio social. Se involucran los tres niveles de gobierno: federación-estado-municipio al cual se incorpora el llamado cuarto nivel: la comunidad. Las obras realizadas bajo el esquema de concesiones, promovió la construcción de anillos viales que rodearon a la zona metropolitana, además de los inicios de la construcción de la Autopista Monterrey-Nuevo Laredo y Monterrey-Reynosa al finalizar la década.

Antonio Guerrero Aguilar
Cronista de la Ciudad de Santa Catarina