Profr. Santos Noé Rodríguez Garza

Atención sin barreras

Balbuceos

Profr. Santos Noé Rodríguez Garza

Por razones personales tuve necesidad de acudir a la Presidencia Municipal, subí al segundo piso y me dirigí al Despacho del C. Presidente Municipal…

Profr. Santos Noé Rodríguez GarzaPor razones personales tuve necesidad de acudir a la Presidencia Municipal, subí al segundo piso y me dirigí al Despacho del C. Presidente Municipal, de inmediato me atendió con mucha cortesía la Srita. que está en la recepción y al preguntarme el motivo de mi visita, me informó que el Lic. Raúl Mireles tenía una reunión con los funcionarios de Agua y Drenaje de Monterrey; pero que me podía atender el Srio. Administrativo; de inmediato me pasan con él, lo saludo y le expongo el motivo de mi vista, me hace saber que hay un grupo de personas de Monterrey que tratan de solucionar una problemática de los vecinos de las colonias del norte, pero que si me espero, al rato que se desocupe me recibirá con todo gusto.

Pasé a la sala de espera y al observar a los diferentes empleados de la Presidencia, me di cuenta que todos portaban un gafete, como identificación personal; para que supiésemos su nombre y el cargo que desempeñan; así, si hay algún inconveniente en el trato, podrás señalarlo con mucha facilidad y aclarar cualquier anomalía que exista y al mismo tiempo inspira confianza en el personal que labora en las oficinas.

Mientras espero llegan dos Señoras, toman asiento y en un rato las llaman atienden su asunto y se retiran satisfechas; otras personas también esperan al Sr. Alcalde; de pronto se abre el despacho de la Presidencia y sale el Lic. Raúl, pregunta por las personas de la comisión de vecinos de las colonias del norte, y les informa de la solución de sus problemas y les advierte que estará con ellos al día siguiente; nos saluda a todos los presentes y nos hace saber que enseguida nos recibe.

Mientras nos atiende: una empleada del servicio de limpieza, nota que el piso está sucio por el lodo y polvo que los concurrentes traemos en los zapatos y queda tirado en el suelo, de inmediato se pone a asear. Se nota que lo hace con gusto pues para barrer bajo nuestros pies, nos advierte, que los levantemos, porque de lo contrario nos los llevará con la escoba y luego nos vamos a casar con una viuda con dinero. Todos los presentes, por cierto mayores de edad y felizmente casados, celebramos con fuertes risas la broma.

Termino mi diligencia y me retiro, pensando en la amabilidad en el trato que se les da a las personas y la cordura que se emplea para escucharlas y resolver sus problemas.

Si continúan todo su período trabajando en esa forma, estoy seguro que dejarán una huella imborrable en la ciudadanía, y un gran paquete para los políticos que sigan.

SANTOS NOÉ
Cronista de la ciudad