Profr. Santos Noé Rodríguez Garza

Una simple observación

Balbuceos

Profr. Santos Noé Rodríguez Garza

En el centro geográfico de nuestro pueblo, en los patios de la Esc. Manuel M. García se yergue majestuosa un asta bandera, que se mandó construir para que en los días patrios importantes se ice nuestra enseña patria.

Profr. Santos Noé Rodríguez GarzaEn el centro geográfico de nuestro pueblo, en los patios de la Esc. Manuel M. García se yergue majestuosa un asta bandera, que se mandó construir para que en los días patrios importantes se ice nuestra enseña patria.

El día 24 de febrero se desarrolló una ceremonia para conmemorar un aniversario más, de la noble enseña que cobija nuestro suelo y le da dignidad y señorío a la nación que nos vio nacer.

A temprana hora se empezó a reunir el contingente, que acudía para acompañar a la Primera Autoridad en un acto tan importante; llegó la Banda de Guerra de la Esc. Normal que con sus toques marciales le inyectó vida al momento; los niños, alumnos de la Esc. Manuel M. García, que en ese momento arribaban al plantel, empezaron a rodear el lugar, para escuchar la banda y observar la ceremonia.

El inicio de la misma se retrasó unos momentos, mientras se preparaban los aparatos electrónicos que servirían para dirigir la asamblea; sonó el timbre y los niños se fueron a sus salones de clases; El Maestro de Ceremonias pidió a los presentes saludar para entonar el Juramento a la Bandera, los guardias uniformados trasladaron la monumental bandera y la banda de guerra inició sus toques vibrantes y marciales, el Sr. Presidente Municipal inició el izamiento del hermoso lábaro patrio; el corazón se hincha de satisfacción y orgullo al ver a los cuatro vientos tremolar: el lienzo que cubrió el pecho del Niño Héroe, que se lanzó de las torres del Castillo de Chapultepec; al ver ondear libremente a la bandera que acompañara al gran Juárez en su peregrinar por la patria en defensa de la soberanía de la nación; al ver sacudida por los vientos la bandera que empuñara Francisco I. Madero en defensa de la democracia y la legitimidad del pueblo de México; la bandera tricolor que firmaran los constituyentes del diecisiete para dar un digno colofón a la guerra de la Revolución de 1910; en fin, ver ondear con orgullo el pabellón que mantiene unido a un pueblo que sufre los embates de la delincuencia y que soporta con estoicismo las malas decisiones de los hombres que gobiernan.

Se entonó el Himno Nacional como final de la ceremonia; y muchos de los presentes preguntaron: ¿Y los niños de la escuela donde están? ¿Por qué estando en sus patios, los Maestros no los sacan para que acompañen a las Autoridades en un momento tan solemne como éste? ¿Por qué les roban la oportunidad de presenciar una ceremonia tan importante? ¿Acaso hoy, que es el día de la bandera no lo festejan? ¿No está dentro del Programa Escolar -,¡gente rendirle honores al Lábaro Patrio? ¿No saben que los mejores recuerdos de la infancia, son aquellos que se vivieron en los momentos de las ceremonias cívicas? En fin, desconocemos que sucedió, y no podemos dar respuesta a la inquietud de las personas que inquieren la ausencia de los niños en tan hermoso acontecimiento.

Nosotros por el contrario: echamos a volar la imaginación y recordamos cuando niños, acudimos a la ceremonia de inauguración del monumento que se levanta en memoria de uno de los hijos de Sabinas más ilustre Don Manuel M. García; Gilberto Guadiana me dice: ¿Te acuerdas cuando como alumnos de la escuela, corríamos por sus amplios pasillos? ¿Te acuerdas de la ola y los columpios? ¿Te acuerdas del silbato del profesor Panchito? ¡Te fijaste que bien vestidos vienen los niños! Nosotros andábamos descalzos y nuestra mochila era un vale de tela de pantalón. En fin, mil recuerdos que acuden a nuestra mente, de los patios y los edificios de la que otrora fuera la escuela más concurrida y hermosa de nuestro viejo Sabinas. Salud mi querida Escuela.

SANTOS NOÉ

Cronista de la ciudad